viernes, 11 de diciembre de 2009

Ensayo sobre la ceguera

Hola, hola, coleguitas del saber. Al fin cayó en mis manos, y ahora que lo he acabado debo decir que me ha decepcionado. Ya que Milinko en su día lo nombró, en ese ya blog de culto, como uno de sus favoritos, aquí contesto que no lo entiendo. Será cuestión de gustos dirá.


A ver, no es que esté mal, mal, es que estamos hablando del libro que le abrió a Saramago las puertas del nobel, y uno se espera algo más de miga. Presentado como una novela de ficción me ahorraba todo esto que viene, pero como se presenta tan pretencioso, con miras tan profundas, pues yo digo que resulta simple, y sus paradojas de lo más pueriles. A lo largo de todo el libro dando excesivo protagonismo a expresiones del tipo: ‘se preguntó que hora es y miró maquinalmente su muñeca, sin darse cuenta de que no veía’, o cuando un ciego pisa a otro y: ‘Es que no ves por donde pasas’, y así…


Pero claro, algo tendrá, pues si, pues que se lee fácil, un tío que escribe bien, y hace una concesión para todos los públicos (¿meritorio?); o que es original, aunque creo que eso es más trabajo de un guionista que de un literato, creo yo, que en la narración necesito algo más, que parezca literatura y no un guión de una película, que por cierto creo que la han hecho. Vamos, que Saramago mantiene el dinamismo y el interés, aunque no es lo que se nos vende: una reflexión del copón.


Pasado un tercio de las páginas se vuelve reiterativo y previsible, la trama se diluye, pero aguanta hasta el final, espera esa reflexión final, para que te diga: ‘a lo mejor es que siempre hemos sido ciegos, ciegos que ven’. Todo el libro montado alrededor de esto. Hacemos más lecturas, vale, que si cada uno de nosotros en un mundo en el que los demás parecen ciegos, o cuánta necesidad vital tienen los ciegos de espíritu de los que no los son, o que nos puede llegar un castigo de la manera más inverosímil por haber hecho el mundo tan antropocentrista, o las que no haya encontrado, que serán, pero a mi entender, tirando a simplonas todas. Aunque es cierto que seguramente las conciencias sólo se remueven con ideas sencillas. Me confunde la escena de la iglesia, con los cristos con los ojos vendados, en la que supongo que alguien culpa a dios de castigarles, pero no creo que el mensaje vaya por ahí, ya es un ateo empedernido, sino que el castigo sería de la propia naturaleza. No sé que querrá, porque la verdad es que se centra en exceso en el desorden de una nueva sociedad y en los problemas de organización, cuando eso ya está más que tratado, como por ejemplo en ‘El señor de las moscas’, de W. Goldwing, apoteósico bodrio y, que ni que decir tiene, muy sobrevalorado también. No leer.


Y también se centra mucho en la importancia relativa de los objetos que nos rodean, aprovecha de paso para cargarse la propiedad privada y sacar su lado más comunista. Pero estamos en lo mismo, ya sabía que no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos. Es que es algo que ya sabía. Se dice mucho también, no, es que cómo trata la condición humana, sus pasiones y sus instintos, las profundidades del alma, y bla bla bla… pues en este libro, con simpleza, qué queréis que os diga, en otros no. El autor me gusta, el libro no, aclaro. Su estilo propio, por supuesto, con su narración continuista, falta de nombres propios, de signos de puntuación, etc. Inimaginable que otro desafíe con esas patadas lingüísticas y salga bien parado.


Trivial. Simple como una pandereta. Si alguien me pregunta por él, le diré: seguro que te gustará, como a tantos, pero yo no lo recomiendo. Lo mejor:


La virtud, habrá aún quién la ignore, siempre encuentra escollos en el durísimo camino a la perfección, pero el pecado y el vicio se ven favorecidos por la fortuna.


La venganza, cuando es justa, es cosa humana, si la víctima no tuviera un derecho sobre el verdugo, entonces no habría justicia.


Ahí queda eso, encantado de que ahora me dejéis en evidencia. Talue!

5 comentarios:

  1. Sinhué, por favor, separa párrafos que no eres Cela...
    Uffff!!! Antropocentrista. Me has dejado acojonado. Ahora te recomiendo que leas la serie Crepúsculo, son 4 libritos muy bonitos. Una gran historia de amor... Te hará feliz...

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  2. Ya decia yo, leed, informaros y podreis opinar incluso de literatura, del bien y del mal, de lo que es banal, prolijo, sobrado, manido, obvio, de lo que ya han tratado otros, al menos uno que yo leí. Que no Sinhué, que no es tu papel, que los críticos literarios cobran por eso pero uno no lee un libro para rescatar frases en un post entracomilladas.
    Opino como Sole que mejor leas Crepúsculo porque tanta crudeza nos deja melancólicos.
    Tambien creo que hay alguna norma no escrita que recomienda no opinar en los blogs de libros escritos en el pliestoceno, puestos a buscar vocabulario impactante. Vamos a dejarlo en Anonimo para que no te enfades y tomes represalias porque tambien hay cariño en la cruda y áspera crítica.

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  3. Tiene un indiscutible mérito, que duda cabe,Saramago y acierta en esta novela a plasmar con maestria una hipotética situación límite que le sirve para entrar en la psicosociofisiologia de los personajes. Para mi es bueno aunque no resulte egradable en el sentido de hemorragia de placer su lectura.
    Lo siento Sinhué, pero en esta ocasión no estoy contigo.
    Lo hago con cariño no obstante, que es un comentario no una crítica porque hay gente que a menudo confunde lo uno con lo otro y entra y hace entrar al trapo. Temgamos un poco de urbanidad y no acritud como diria mi buen amigo y experto en refinados y encorchetados modales del siglo pasado pero no necesariamente caducos.¿Cómo se llama este contertuliano de programas radiofónicos y TVseros? Jose mari o algo así.
    Afrodita´s

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  4. Buenas críticas, me habré pasao de listo. Aunque me esperaba que Sole lo defendiera algo más ya que lo menciona entre sus favoritos. Era a ver si se me explicaba por qué no debía catalogarlo como un libro simplón. Venga, cambio de tercio ya con otra cosa...

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  5. Bueno te imagino en un examen de historia tirando de rollo para que no se note que el tema lo llevabas flojo. Por otro lado estoy segura que en el primer comentario de texto ya dejaste a Doña Amparo ( profesora de lengua) con la boca abierta.
    Le echas huevos a la critica y tengo que decir que aunque me lo han recomendado, me has hecho dudar. No por tu exposición, que ya tira para atrás todo impulso de buscar el libro, si no porque yo coincido en que “ el señor de las moscas” es un torrazo… casi un delito leerlo.

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