martes, 22 de diciembre de 2009

De regalo

Los regalos son un coñazo. En general, no me gustan los regalos, ni que me los hagan, porque como no van a acertar… te ahorras el compromiso ¿Cuántas tardes perdemos al año dando vueltas para comprar regalos? Hay quien disfruta yendo de compras, pero lo que es yo, hasta con la de tiempo libre que tengo últimamente, siempre tengo mejores cosas que hacer que ir a comprar regalos. Me refiero a los de compromiso, o a los que sólo tienen un poquito de compromiso, ya que al final lo acaba inundando todo. Los navideños y los de los cumpleaños son los peores. Ojalá existiese un buzón mágico en el que introducir dinero y automáticamente todo el mundo contento con sus regalos. Los pagaría al doble de precio con tal de que me ahorren el tener que pensarlos y el ir a buscarlos.

No obstante, acepto tres tipos de regalos, que tienen en común que no tienen que ser periódicos (ni revistas, NO, me refiero a que no se tienen que repetir periódicamente):

  • Los que te encuentras sin buscarlos. Son regalos sin fecha, y un inmenso placer hacerlos. Cuando estás en algún lado y ves algo, y dices: ‘esto para éste’. Si la semana siguiente es su cumple, mejor, pero si no, no pasa nada.
  • Los que salen de dentro, que apetece hacerlos. Para estos, cada uno sólo tenemos una o dos personas para hacérselos. Cuando te hagan un regalo, pregúntate si estás entre las dos personas más importantes para quien te lo hace. ¿No? ¿Es sino del primer tipo? Quiero decir, ¿es super super apropiado para ti? Lo dudo. Entonces es de compromiso. No, es que está hecho con cariño. Vale, con cariño y compromiso.
  • Los absurdos. Estos hay que encajarlos en los de compromiso, pero los salvo. Esos que se le queda al que lo recibe cara de ‘¿pa qué me regalas esto?’ Y tú te descojonas. Para estas navidades he pensado que se lleva, en esta moda paralela que me he inventado, el regalar alfombras. Alfombras grandes y feas, que no hay donde quepan, barrocas y abigarradas de detalles. Ale, ¿no te gustaban los regalos?, pues ahí tienes tu regalo. En primavera se llevaba regalar piraguas. Y antes, yo regalaba juegos de perchas, que a ver a quién no le vienen bien.

¿Habéis encontrado el amigo invisible en estos guiones?

No somos pocos los que, en general, decimos abiertamente que no nos gustan los regalos. aunque bien es cierto que hay gente que disfruta un montón con la idea de tener que hacerlos regalos. Bravo por ellos y por su sensibilidad y abnegación.

Cambiando de tema, un cuarto premio, el 69393, bastante parecido al que anuncié ya aquí que vendían fastuosamente en mi barrio, el 69363, lo que quiere decir que no significa nada, pero que caramba, que a veces la tontería de comprar números bonitos funciona. Aún así ha sido premiado con 100 lereles al décimo. Y el otro que mencionaba, el 47434, con reintegro por acabar como el gordo. Ya veis, sin haber comprao un décimo, he andao más cerca que muchos que os habéis gastao un pastizal!

También quiero decir que viajé con Air Comet, y que nos dieron de gratis de comer y me comí un estofao buenísimo y un montón de cosas más, quién iba a decirlo, comer mejor en el avión que en muchos restaurantes… Claro que han pagado ser tan exquisitos y han quebrado, y es que se ve que no se puede dar un buen servicio al cliente, porque te lleva a la ruina, y sólo el modelo usurero de la carta de comida y bebida con precios por las nubes (me sale sin querer), y los modelos low cost, de te cobro 30 € por facturar maleta, parecen funcionar. Para los más crédulos, no tomar por cierto lo que se dice en cabestrini, que no han quebrao por exceso de recursos en cocina, que es broma. Que han quebrao porque en la última huelga de pilotos cedieron a sus pretensiones económicas y se les ha ido la deuda de las manos.




Adriana Lima, buen fichaje pa el Madrid. Si dejó a Marko Jaric 5 partidos seguidos sin anotar tras la noche de bodas, ¿qué no haría con Prigioni?





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